domingo, 12 de diciembre de 2021

La Antigua Grecia: la Hélade

 La Antigua Grecia se localizaba en el Mediterráneo oriental y su área primigenia abarcaba las territorios situados al sur de la Península Balcánica, las costas de Anatolia y las Islas del Mar Egeo.  La fusión de los distintos pueblos que ocupaban esta zona dio lugar a la civilización griega, también conocida como civilización helena. Este término procede de la palabra Hélade ( Ἑλλάς, en griego) y se refiere al territorio que habitaban los antiguos griegos. Estos eran conocidos también como helenos y compartían una misma cultura, lengua y religión.


El relieve y el clima de la zona condicionaron las formas de vida de estos pueblos. De hecho, el relieve con cadenas montañosas cercanas a la costa, limitaba el desarrollo de la agricultura y favoreció la concentración de la población en las zonas costeras y las poco extensas llanuras interiores. La agricultura, influida por el clima mediterráneo se basaba en el cultivo del trigo, las hortalizas, la vid y el olivo. Todo ello favoreció, desde el inicio el desarrollo de la navegación y la emigración y fundación de nuevas ciudades, denominadas colonias.

Esta expansión permitió también la difusión de sus tradiciones, lengua y cultura y les llevó a contactar y comerciar con diversos pueblos a lo largo y ancho del mar Mediterráneo, llegando a la propia Península Ibérica.



  

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