domingo, 5 de abril de 2015

¿Cómo era la ciudad medieval?



Como has visto en el vídeo de la entrada La Ciudad Medieval, estos centros urbanos se caracterizaban por un urbanismo caótico y abigarrado, es decir, calles estrechas y sinuosas. Entre todos los edificios destacan diversos elementos: la catedral o iglesia mayor, el ayuntamiento, la plaza mayor, el mercado, la universidad y la muralla.  A continuación tienes una imagen que te indica todos los elementos que se podían encontrar en una ciudad de la Baja Edad Media,  pero recuerda, que de una a otro varían en función del poder económico de cada una. 



El centro de la vida urbana es la plaza mayor, donde normalmente se sitúa la catedral o la Iglesia principal de la localidad. Es aquí también donde se suele situar el mercado. La otra zona principal será la que rodea al Ayuntamiento. Si la ciudad era suficientemente importante podía llegar a tener una universidad que atraía estudiantes de todos los lugares, como París, Salamanca, Toledo, etc.  El resto de la ciudad se organiza en barrios, en torno a pequeñas iglesias. 

Las ciudades medievales destacaban por ser insalubres, aunque había diferencias entre ellas. Algunas conservaban el alcantarillado y pavimento romano, otras tenían canales, a veces cubiertos y otras no, como alcantarillado y pavimentos más sencillos a base de guijarros y adoquines o simplemente el propio suelo. Por eso se caracterizaban por el mal olor y las epidemias. Animales domésticos como las gallinas y otros como las ratas se movían  entre las personas.  Además otro gran problema eran los incendios, pues muchos edificios se realizaban en madera y se propagaban con gran rapidez. 

Sin embargo, la ciudad ofrecía otras ventajas: nuevas profesiones como alguacil, pregonero, recaudador, guardia, etc, a las que se añaden todos los oficios. Además, podemos encontrar juglares y malabaristas, así como trovadores. Se trataba pues de lugares llenos de actividades y de vida.

El siguiente vídeo de ArteHistoria, te ayudará a repasar todo esto. 



miércoles, 1 de abril de 2015

Un ejemplo de dictadura: La dictadura del Partido Comunista en China.


China es actualmente una república, esto quiere decir que su jefe de estado es un presidente. Además el poder se divide en tres ámbitos: estado (presidente), partido (secretario general) y ejército (presidente del comité militar). La tendencia en el país es a que la misma persona ostente los 3 cargos, para evitar así luchas por el poder.

1. El sistema electoral.  
La Constitución china estable que cualquier ciudadano de la república mayor de edad puede ser escogido como presidente; sin embargo, en la práctica esto resulta imposible por el tipo de sistema electoral que existe.


En el siguiente esquema se puede apreciar que el sufragio universal directo (escoger directamente a los representantes) sólo se aplica en el escalón más bajo de las elecciones: las Asambleas locales. En ellas, se permite la presencia de candidatos ajenos al partido e incluso salen escogidos. Sin embargo, es imposible encontrar este tipo de candidatura en escalones más altos. Esto es así, por el filtro que supone el sufragio indirecto. Además el Gobierno, como excusa para no aplicarlo en otras instancias alega la posibilidad de manipulación electoral, para lo cual se basa en contantes noticias de compra de votos o manipulación de las elecciones locales. Esto da al Partido Comunista un control absoluto sobre los candidatos y sobre las Asambleas.Esto ha llevado a la aparición de una "casta política" casi con dinastías dentro de el Partido, donde se escoge siempre a miembros de la mismas familia. En los últimos años, la corrupción dentro de esta "casta política" ha llevado a la aparición de un sector cada vez más crítico con sus privilegios que reclama cambios políticos. 

2. China y las libertades.
Si se tienen en cuenta aspectos tales como la libertad de culto, la libertad de prensa, la censura mediática o el sufragio universal como verdaderos elementos que definen la libertad de un estado China estaría muy lejos de haberlas conseguido


De hecho, el sufragio universal directo no está extendido para todas las elecciones; existe una fuerte censura informativa incluso en internet (el gobierno filtra las busquedas), donde buscadores como Google o Yahoo se han plegado a las exigencias del gobierno con tal de acceder al mercado chino. Por otro lado, la prensa china de Hong Kong y Macao (antiguas colonias inglesa y portuguesa respectivamente) está censurada para el resto del país y en estas zonas la propia prensa ejerce autocensura con temas sensibles al gobierno chino.

3. El gobierno. 
El presidente es el máximo representante del Estado. Por debajo de él, se sitúa el Consejo de Estado, que es el órgano del gobierno y cuya cabeza visible es el Primer Ministro y que gobierna con un número variable de vice-ministros. El Consejo de Estado, tiene un comité permanente que se reúne una vez al mes.   

El poder legislativo recae sobre la Asamblea Popular Nacional, formada por más de tres mil delegados y que se reúne una vez al año en el Gran Salon del Pueblo de Pekin. Durnate mucho tiempo tiempo su papel era aprobar las leyes propuestas por el Gobiero, pero en los últimos años ha habido una apertura y una mayor libertad, lo que ha hecho que se den desacuerdos y votos contrarios a muchas propuestas presentadas


4. Las relaciones internacionales.
La República Popular China pertenece a la ONU y tiene representación en el Consejo de Seguridad, siendo uno de los miembros permanentes de la misma. Ello le da derecho a vetar cualquier medida o resolución militar que pueda ir en contra de sus intereses. 

Por otro lado, China posee embajadas en unos 162 países y mantienen relaciones diplomáticas con 171. Para poder establecer relaciones internacionales con China se hace necesario reconocer sus pretensiones sobre Taiwan, país donde se refugió el gobierno de la República China tras la guerra civil en la que ganaron los defensores de la República Popular China (comunistas), y el Tibet, rompiendo las relaciones con estos dos países. 

Las relaciones internacionales chinas se basan en la no injerencia en los asuntos de otros Estados, la no agresión, la convivencia pacífica, la igualdad y beneficios mutuos. La política exterior del país también se explica por el concepto de armonía sin uniformidad, que anima a las relaciones diplomáticas entre los estados a pesar de las diferencias ideológicas. Esta política ha llevado a China a apoyar a los estados que se consideran peligrosos o represivos a ojos occidentales, tales como Corea del Norte e Irán.