lunes, 24 de enero de 2022

La época helenística

Tras las guerras del Peloponeso, la rivalidad entre las distintas polis no desapareció, por lo que continuaron los conflictos, debilitando más a las ciudades-estado helenas. Esta situación permitió que el reino de Macedonia, situado al norte, pudiera hacerse con el control de Grecia. El artífice de la conquista será Filipo II, que derrotó a una alianza de polis griegas lideradas por Atenas y Tebas en la batalla de Queronea (338 a. C.). 

Tras él su hijo Alejandro Magno expandió los límites del reino de su padre, creando uno de los imperios más extensos de toda la Antigüedad. En el mapa, se puede observar la ruta que siguió en la conquista. 

Ruta de Alejandro Magno.
(Autor: Capitanblood. Fuente: Wikimedia Commons)
(Fechas añadidas)

Sin embargo, el imperio creado por Alejandro Magno no tuvo una larga proyección en el tiempo, ya que a su muerte en el 323 a. C con 32 años, sus generales se dividieron el imperio creando diferentes reinos. 

La herencia de Alejandro Magno
(Fuente: Biografías y Vidas)

La conquista fue acompañada de una expansión de la cultura y lengua helenas, de ahí el nombre de este periodo. El periodo helenístico se caracterizó por un importante esplendor económico y cultural que tuvo los siguientes rasgos:

- el desarrollo de las ciudades, con nuevas fundaciones como Alejandría o Pérgamo.

- el uso del griego como lengua oficial y culta

- desarrollo y difusión de la cultura, el arte, la filosofía y los avances científicos. Es durante este periodo cuando se funda la gran biblioteca de Alejandría.

A pesar de todo esto, el mundo griego caerá en bajo el control de Roma a mediados del siglo II a. C y con la caída del reino de Egipto en el 31 a.C. este periodo verá su fin, pasando todos los territorios a ser provincias romanas. 

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