domingo, 24 de mayo de 2015

El Paleolítico: la hominización


Para estudiar la aparición del ser humano es necesario entender primero un concepto clave: evolución. Al hablar de evolución nos referimos a los cambios o mutaciones que han tenido lugar en los génes con el paso de miles y miles de años y que han dado lugar a la gran variedad de especies que tenemos en el planeta. Este proceso empezó hace 3500 millones de años aproximadamente. A continuación, tienes un fragmento del documental Cosmos de Carl Sagan que te ayudará a entender este proceso.



La Prehistoria arranca con la aparición de los homínidos y su etapa más antigua el Paleolítico (piedra antigua) abarca desde los primeros australopithecus a la agricultura. Lo primero que debes saber es que un homínido es un primate carente de cola, de aspecto más o menos humano y capaz de mantener la posición erguida. De manera que todas las personas que pueblan la tierra son homínidos. El proceso por el cual, los primates derivaron en homínidos y éstos en nuestra especie se denomina hominización y tuvo lugar a lo largo de miles de años.  Gracias al trabajo de arqueólogos, paleontólogos y antropólogos se puede reconstruir parte de este proceso y analizar los cambios que han sufrido las distintas especies homínidas hasta llegar a nosotros. 

Ejercicio 1. Compara las distintas especies primates. Recuerda que para que la comparación sea correcta debes comparar siempre los mismos elementos: brazos, posición del cuello-cráneo, manos,  forma del cráneo. 
Como has podido comprobar las diferencias son enormes en la columna, la forma del cerebro, el tamaño de brazos y piernas, los pies, las manos, la forma de la cadera, la curva de  la columna, etc. Pero los cambios no acaban ahí. A continuación tienes las características principales que van a marcar este proceso hominizador:

* Bipedismo, es decir, la capacidad de caminar erguidos. Este hecho supuso la modificación de las extremidades inferiores, la liberación de las superiores, modificaciones en la cadera y la columna vertebral, así como en la posición del cráneo.

* Cambios en el rostro, derivados del cambio de dieta, como la reducción del tamaño de los dientes

*Aumento del tamaño del cerebro, hecho importante que permitirá la aparición del lenguaje, el desarrollo de tecnología como las herramientas, la cooperación grupal...
*Infancia prolongada que permite el aprendizaje y la transmisión de los conocimientos adquiridos por el grupo.

* Mantenimiento del pulgar oponible en las manos, necesario para la manipulación de objetos.

* el desarrollo del lenguaje, como medio de comunicación entre los miembros del grupo. Este cambio permite no sólo transmitir el conocimiento sino también mejorar la colaboración dentro de los miembros del grupo. 

Todos estos cambios se produjeron, como ya hemos dicho, a lo largo de muchos miles de años y, en función de ellos, se han catalogado las diferentes especies homínidas, que completan nuestro árbol genealógico.



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