Como ya hemos visto en los apartados previos y, especialmente, en los mapas sobre la distribución de los recursos, la UE presenta una importante carencia de recursos naturales y minerales y especialmente de fuentes de energía, destacando las energías fósiles. Esto no solo hace que la minería esté en claro retroceso, pues las materias que se utilizan en las nuevas industrias no se encuentran en la Unión, sino que además influye en que tenga cada vez más una mayor dependencia de los mercados exteriores, pues alrededor de un tercio, es decir, el 33% de sus importaciones son de materias primas y recursos energéticos.
Precisamente por esto, la UE ha impulsado la colaboración entre estados para conseguir una mayor autonomía, un mayor reparto de los recursos energéticos y una reducción de la contaminación derivada de la actividad minera. Además ha fomentado la innovación tecnológica en lo que respecta al uso de las renovables, siendo el objetivo garantizar la independencia energética, el suministro y los precios asesiquebles. Para lo cual es necesario mejorar el almacenamiento, las infraestructuras y diversificar proveedores.
Mapa Energía Solar Generada 2017 (Fuente: Solar Power Europe) |
A pesar de estas dificultades, la UE en su conjunto es una gran potencia industrial, situándose al nivel de otras potencias como Japón, EE.UU o China. De hecho el sector secundario ocupa a un tercio de la población europea y supone un 28% del PIB. No obstante, ciertos sectores productivos, especialmente aquellos relacionados con industrias maduras como el textil, han sido afectados por el proceso de deslocalización, favorecido por la integración del mercado europeo y por la globalización internacional. De igual manera, la crisis financiera originada en 2007 también ha incidido negativamente en el sector, que ha perdido numerosos puestos de trabajo.
Población y sector secundario UE (Fuente: María Serrano) |
A pesar de todo esto, existe un importante espacio consolidado, en azul en el mapa que se ve a continuación, con un eje central que abarca desde el Reino Unido a Italia, pasando por la cuenca del Rin. En esta zona, las industrias más tradicionales han sufrido o bien una reconversión de su actividad o bien un traslado a las zonas de Europa Oriental o países emergentes. No obstante, la industria tecnológica sigue teniendo un gran potencial y desarrollo. En cuanto a la zona oriental de Europa, ésta ha recibido fondos de desarrollo europeos para mejorar su competitividad y se ha visto favorecida por el proceso de deslocalización, debido a la mano de obra más barata.
Industria y desarrollo económico (Fuente: El orden mundial) |
Para mantener y desarrollar este sector, la UE diseña diversos planes de acción que buscan, no solo recuperar ciertos sectores clave como la siderurgia, sino también el desarrollo de las nuevas industrias punteras, fomentando el I+D+i, la inversión y reduciendo el impacto ambiental.
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